La pirosis o acidez es una sensación de ardor o incomodidad que surge del estómago y va hacia el cuello y la garganta, asociada a la regurgitación de ácido gástrico (reflujo gástrico) que llega a otras zonas del tubo digestivo que no están preparadas para soportar esa acidez, por lo cual se produce la sensación de quemazón o irritación.
El esófago es la porción del tubo digestivo que comunica la boca y la garganta (faringe) con el estómago. Sus paredes impulsan los alimentos hacia el estómago por medio de contracciones musculares rítmicas (ondas peristálticas). Durante la deglución. función que se realiza en la cavidad bucal,, los esfínteres se relajan para que los alimentos puedan pasar al estómago.
Alteraciones de posición y función mandibular están directamente relacionadas con la acidez gástrica:
- Del esófago y el estómago funciona como una válvula muscular que se activa en sincronización con el acto ocluso mandibular deglutivo y la función del diafragma.
- Al tragar los alimentos y líquidos atraviesan el esófago hacia abajo y el esfínter esofágico inferior se relaja, permitiendo su paso al estómago. Normalmente esta válvula sólo permite descenso de la comida y los líquidos.
- Pero, si el diafragma está permanentemente en contracción por existir una hiperlordosis lumbar derivada de una respiración bucal crónica, la válvula que estructuralmente es débil no se cierra ocasionando que el ácido y parte de los alimentos regresen hacia el esófago y la boca (reflujo)
- En todos los casos de pirosis los pacientes no cumplen con una adecuada masticación de los alimentos a la hora de comer.
Se ha comprobado que los alimentos incompletamente masticados alteran la digestión, impiden una adecuada combinación de los alimentos no permitiendo asimilar bien todos los nutrientes de cada alimento.